DESDE QUE VES LAS DOS RAYITAS TU VIDA CAMBIA
Estamos llegando a la última fase de este proceso, prácticamente ya estamos sobre las últimas semanas y todo lo que tiene que ver con miedos, ansiedad, felicidad, tristeza y toda emoción que conozcan empieza a fluir en todo su esplendor.
Desde que vimos con mi esposo
esas dos rayitas en esa prueba la vida nos dio un giro gigante. Lo primero es
que una vez más Dios cumple en mi vida promesas después de que dudé tanto y
aquí es donde riego mi admiración a todas las mujeres que han decidió ser mamá
y donde reconozco que todo bebe y todo embarazo es un milagro del cielo.
Muchas venimos construyendo desde
hace mucho tiempo una estructura de mujer, con cualidades, habilidades, gustos,
disciplinas y tal vez antes de ver las dos rayitas veníamos caminando en
algunas ideas, proyectos o decisiones, quiero decirles que por más planeado que
pueda a llegar hacer un embarazo, solo cuando estás en el momento es que
reaccionas y empiezas a pensar en lo que viene.
En todo el proceso se camina en
un constante desprendimiento, pasamos por diferentes etapas donde cosas que
creías poco importantes resultan siendo muy importantes para ti, etapas donde
tu vulnerabilidad aumenta un montón.
Hay desprendimientos temporales y
otros que son definitivos, entiendo que durante el embarazo la gran mayoría son
temporales como tu estilo, tu forma de vestir, los hábitos alimenticios, tu
forma de ejercitarte, hasta tus accesorios (ya no quedan los anillos en tus
deditos) entre otros, pero cuando llegan los definitivos, esos que te van
marcando el antes y después, esos si son dolorosos, tu forma de pensar, algunos
hábitos, mejor dicho sentimientos más profundos y trascendentales que
seguramente terminaré de confirmarlo durante el post parto. Entiendo al final
de todo que es necesario el dolor pues este siempre genera un crecimiento y es
necesario que estés dispuesta.
En este punto recuerdo la
siguiente frase que atesore como nunca “antes de ser hija, de ser amiga, de ser
hermana, cuñada y hoy antes de ser mamá fuiste mujer”
Dos rayitas cambian la vida, pero no desaparece el hecho de que seas mujer, no desaparece lo que has construido y quieres seguir construyendo, es más ahora lo que se hace es ajustar un poco esa mujer hacerla mucho más fuerte, más pulida, más real por tu hijo o hija.
En esta transición nace un
sentimiento de culpabilidad y ganas de retarte, pues empiezas una búsqueda de
un papel de madre que pueda encajar en esta nueva sociedad y ahí puedes entrar
en conflicto con la mujer que venías fabricando, es definitivamente algo a lo
que debemos estar atentas porque no necesitamos crear un papel, necesitamos es
unir esa mujer que venías fabricando a esa esencia de madre que vas
desarrollando.
Si, la vida cambia, si es verdad
que el embrazo no se puede romantizar porque es verdad que trae sus dolores
físicos y emocionales, un embarazo te lleva a descubrir miedos que creías no
tener y vencer otros. Pero debo decirles que es el mejor estado que una mujer
pueda tener, crear una vida es de otro nivel es de valientes, sentir los
movimientos de tu bebé es de otro mundo y entender que viene un amor puro y
diferente es sencillamente avanzar a otras esferas.
Nos vemos en un próximo post que
seguramente será escrito por una mamita en potencia, será escrito por una mujer
que nació junto a su bebé.
Abrazos, By Clau

Comentarios
Publicar un comentario